BALLETS RUSOS DE DIÁGHILEV

Siguiendo con su proyecto pedagógico, esta vez son los alumnos del Conservatorio Superior de Música de Navarra los que comparten atril con los músicos de La Pamplonesa. De esta forma pueden abordarse obras de mayor formato, como las que hoy se interpretan. Formada en 1909, la compañía de Ballet Russesestrenó algunas de las obras más importantes de la historia de la música. Abordar este repertorio en su transcripción para banda, será un gran estímulo para los futuros profesionales de la música y para todo el público. Además, una de ellas cumple cien años desde su estreno en 1919, la misma edad que tiene ya La Pamplonesa. Felicidades.

Tras varios intentos como organizador de conciertos, el empresario Sergei Diaghilev (1872-1929) encontró en el ballet la fórmula del éxito. Dio a la música una función orgánica y no solamente decorativa, al mismo nivel que la coreografía y la escenografía. Para ello se rodeó de los mejores artistas, como los coreógrafos y bailarines Fokine, Massine, Balanchine y Nijinsky, pintores como Picasso o Matisse y la música de autores como Stravinsky, Falla, Ravel, Debussy, Borodin y Mussorgski, entre otros muchos.

Después de su estreno en 1909 en el Teatro Chateletde París, en los siguientes 20 años los Ballets Russesrepresentaron en Europa y América unos cincuenta ballets en los que se renovó el lenguaje visual y el musical, llevando la danza al nivel del cuerpo humano para expresar historias y emociones. Una de sus primeras coreografías fueron las Danzas Polovtsianasdel segundo acto de la ópera El príncipe Igorde Borodin (1833-1887), de clara evocación oriental. También en 1909propuso a Igor Stravinsky (1882-1971) la composición de El pájaro de fuego, al que después seguirían Petrushkay La consagración de la primavera.Con coreografía de Fokine, la obra describe la lucha del príncipe Iván contra el mago Kastchei hasta derrotarle y casarse con una princesa. La suite contiene los principales temas: la Introduccióndescribe el ambiente sórdido y el vertiginoso vuelo del pájaro, una de las partituras más difíciles por su gran complejidad. La Ronda de las princesases sutil, casi etérea, como corresponde a sus protagonistas. La danza infernalrepresenta la lucha entre el pájaro y los guardianes de Katschei tras la petición de auxilio de Iván y la Canción de Cunafinal hace dormir al mago para que pueda ser derrotado.

Diaguilev visitó Madrid en 1917, en compañía de Stravinsky. Manuel de Falla (1876-1946) enseñó a ambos su ballet El corregidor y la molinera,al que sugirieron pequeñas correcciones. La nueva versión fue estrenada por los Ballet Russesen Londres en 1919, con el título El sombrero de tres picos. Con escenografía y vestuario de Picasso, causó sensación, aunque en España se recibió con frialdad. El argumento es un cuento de Pedro Antonio de Alarcón (1822-1891), situado en la España del s. XVIII: un viejo corregidor que viste un sombrero de 3 picos, corteja a una bella molinera pero hace el ridículo para alegría del marido de la molinera, primero celoso y después cómplice. Falla utilizó melodías folclóricas para la molinera y su marido y un tema un tanto ridículo para el corregidor. La 2ª suite del ballet tiene tres partes: -Danza de los vecinos-, en la que una seguidilla evoca la borrachera de los vecinos reunidos para celebrar el día de San Juan. -Danza del molinero-, en la que éste afirma su masculinidad con una farruca, una danza de tradición flamenca. Y la -Danza final-, donde molinera y molinero se reconcilian mientras el corregidor es manteado a ritmo de jota.

Tras la muerte de Diaghilev en 1929, la compañía trató de refundarse en Montecarlo bajo el nombre de Ballets Russes de Montecarlo, continuando incluso los coreógrafos Massine y Balanchine. Ese lugar había estado ligado a la compañía original, ya que era uno de sus destinos habituales en sus giras por Europa. Allí se bailó en 1924 la enérgica y a la vez sensible Una noche en el monte peladode Mussorgsky (1839-1881), obra que hoy abre este concierto y que está ambientada en un akelarre la noche de San Juan.

Luis Mª San Martín