“Viena se halla en un continuo estado de embriaguez. Comer, beber y ser felices constituyen las tres virtudes y placeres cardinales de los vieneses... hay música por todas partes”.

Para recordar a grandes personajes del pasado, no es necesario que se cumpla una cifra redonda de su nacimiento o deceso. Sus obras refrendan su homenaje. Es el caso de Franz von Suppé (1819-1895), aunque casualmente nació cien años antes que la querida banda La Pamplonesa. Suppé nació el 18 de abril de 1819 en Spalato (Dalmacia), hoy Split (Croacia), lugar que hasta 1797 había pertenecido a la República de Venecia. Allí fue instruido por su maestro de coro y por el director de orquesta Giuseppe Ferrari. Con 15 años su familia le envió a estudiar derecho a Padova y después entró al cuerpo de funcionarios del Imperio Austro-Húngaro. En sus viajes en esa época conoció a Rossini y Donizetti, que le marcaron. En 1860, tras escuchar alguna ópera de Offenbach decidió imitarle y adaptar el estilo al idioma alemán y a la escena vienesa. En 1865 fue nombrado director del Teatro Leopoldstat de Viena y también lo fue del Theater and der Wien. Falleció el 21 de mayo de 1895 en Viena.

En la 2ª mitad del s. XIX Viena, junto con París, era el centro musical europeo. Todo autor u obra debía pasar por el filtro de esta ciudad. La opereta proporcionaba el disfrute y el entretenimiento de la burguesía, principal consumidora de música tanto en sus hogares como en los teatros. Junto a los Strauss, Suppé reactivó la actividad musical en ese periodo. Es motivo más que suficiente para reunir 6 transcripciones de sus oberturas e iniciar este recorrido musical en 2021. En esto consiste la cultura, en mostrar la creación de autores del pasado, presente y futuro. Imprescindible a todas luces.

La obertura o “sinfonia avanti l'opera” es una pieza instrumental que antecede a una obra escénica como una ópera seria, cómica u opereta. En ella están los temas que luego se desarrollan en la escena. Weber, Rossini y Suppé fueron los principales autores de este tipo de obra y las adaptaciones para banda sirvieron y sirven para darlas a conocer, a pesar de su gran dificultad para lograr su característico estilo vienés. De entre las más de 200 obras que compuso, varias de las 6 que escucharemos pertenecen al repertorio de La Pamplonesa desde sus comienzos, especialmente en los años 60', 70' y 80' bajo la batura de directores como Saturnino Sorbet, Manuel López y Ricardo García Cerdá. Destacan por su originalidad, brillantez instrumental y facilidad melódica. Un día en Viena da título al concierto y fue su primer éxito, tras su estreno en 1844 en el Theater in der Josefstadt. Este año pudimos escucharla también en Viena, en el Concierto de Año Nuevo dirigido por Ricardo Mutti.

La excepción es Banditenstreiche (bromas de bandidos), obra que en este concierto la banda interpreta por primera vez y que posiblemente sea también la primera vez que se escucha en Pamplona en cualquier formato. Llena de frescura y agilidad, pertenece a la época dorada de la opereta. Está ambientada en un pequeño pueblo de la bahía de Nápoles a comienzos del s. XIX y su estrenó fue en el Carltheater vienés el 27 de abril de 1867. Conocida también es Caballería Ligera, estrenada el 21 de marzo de 1866 en el mismo teatro y ambientada en el s. XVIII en medio de las intrigas de la corte del barón von Bredereck y su amante la condesa Ilonka Csikos. Se sabe que La Pamplonesa la ha interpretado en numerosas ocasiones desde los años 60' en Pamplona y lugares tan dispares como San Sebastián de los Reyes, Cáseda y muchos más. Menos habitual y por ello interesante es la presencia de La bella Galatea, opereta estrenada en el Teatro Meysels de Berlín en junio de 1863 con gran éxito de crítica y público. Después se interpretaría en Nueva York en 1867 y en Londres en 1871. La Pamplonesa la interpretó por primera vez el 19 de diciembre de 2010 en el Teatro Gayarre con la dirección del maestro invitado Marcel van Bree, por entonces titular de la Banda Municipal de La Coruña. Por su parte, Pique Dame (La Dama de Picas) es un cuento sobrenatural de Aleksander Pushkin acerca de la avaricia humana y que también musicalizaron Tchaikovsky y Halevy. La versión de Suppé se estrenó en la ciudad austríaca de Graz en junio de 1864 y es bastante habitual para La Pamplonesa desde hace décadas.

Por último, Poeta y Aldeano. Estrenada en el Theater and der Wien el 24 de agosto, es la más interpretada por orquestas y bandas de música. Se tiene constancia de que la banda la interpretó en este mismo escenario el 5 de diciembre de 1948 bajo la dirección de José Cervantes, gran músico y buen conocedor de este repertorio. Seguro que el público pamplonés de aquella fecha tan lejana disfrutó del buen hacer de la banda en esta obra y en sus compañeras Khowantchina, Tannhausser y Las Golondrinas (un gran concierto), como también lo hará el que acuda en esta ocasión, más de 70 años después. Y del magnífico solo de saxofón tenor que incluye en su sección inicial y todos los que hay a lo largo del concierto, especialmente a cargo del clarinete. Y es que La Pamplonesa sigue siendo igual de importante y necesaria que entonces.

Luis Mª San Martín Urabayen