[:es]Iker Martín: «La obra de Koldo Pastor es ambiciosa y exigente»[:]
22/02/2016[:es]Iker Martín y Koldo Pastor, notas de una clase magistral[:]
27/02/2016[:es]
La composición original para Banda goza de una salud excelente y este concierto es una buena muestra, incluyendo un estreno absoluto recién salido del horno. El neoyorquino Aaron Copland (1900-1990) creó un estilo genuino en el que convive la música tradicional con su educación europea. En plena 2ª Guerra Mundial, varios autores crearon fanfarrias para apoyar el espíritu bélico. Copland llamó a la suya Fanfare for the common man, ya que según él era el ciudadano normal quien sufragaba los gastos de la guerra. Posee un carácter heroico, logrado solo con metales y percusión. El belga Van der Roost (1956-) posee un extenso catálogo. Dynamic (1997) nace tras el encargo de una planta industrial japonesa para que su banda la interpretara y celebrar así su 40 aniversario. La fanfarria inicial nos sitúa en la celebración, mientras que el resto de la obra representa el frenético ritmo de trabajo de la fábrica y el perfecto ensamblaje de todas las piezas.
Andrés Valero Castells (1973-) es Catedrático de Composición del CSM de Valencia y define su estilo como ecléctico o de “mestizaje”. Fa Ra Ri Ri Rá (2003) se estructura en dos partes unidas basadas en el villancico “Teresica hermana” de Mateo Flecha El Viejo (1481-1553). El tema original se combina, recicla y reelabora con otros materiales. Destaca un pequeño ensemble de percusión latina, la división de los metales en dos coros alternos y el protagonismo de la tuba en cada parte. El título proviene del texto: Teresica hermana de la FARARIRIRÀ. Frank Ticheli (1958-) es Doctor en Artes Musicales por la Universidad de Michigan y Profesor Asociado de Música en la Universidad de Southern California. Vesuvius (1999) está inspirada en el volcán que destruyó las ciudades de Pompeya y Herculano en el año 79 d.C. Según su autor: “mi intención era elaborar una danza salvaje como las Bacanales romanas, pero después el volcán ganó fuerza y la obra tomó un carácter más explosivo. Con un ritmo irregular, modos arcaizantes y la cita del Dies Irae medieval, se pretende mostrar una fiesta romana en los momentos anteriores a la erupción.”
Destaca el estreno absoluto del Concierto para Saxofón y Banda. Koldo Pastor (1947-) es Titulado Superior de Contrapunto y Fuga, Armonía y Composición, Pedagogía Musical y Dirección Coral. Ha sido director del Orfeón Pamplonés, de la Coral de Cámara de Pamplona y cofundador del grupo Iruñeko Taldea (junto con J. Vicent Egea, entre otros). Según su autor, “El concierto tiene un lenguaje ecléctico, de líneas melódicas definidas y armonía de tonalidades diluidas. Los tres movimientos siguen el criterio tradicional en el que el central “Elegía” es lento y contrasta con los dos extremos, “Introducción y Danza-Scherzo”, más rítmicos y dinámicos. El solista emplea el saxo tenor, alto y soprano, en cada sección. La instrumentación es colorista y dialoga con el solista, atendiendo al concepto “concierto”. Para un color óptimo, es necesaria una cuidada interpretación y una banda no muy numerosa, flexible y equilibrada como La Pamplonesa, a quien queda confiado su estreno”. El solista, Iker Martín, comenzó sus estudios en Irún para continuar en San Sebastián (Musikene) con Eric Devallon y en Montpellier con Philippe Braquart. Profesor de la Escuela de Música de Huarte y ganador de varios premios de cámara, asegura: “la obra es ambiciosa y exigente por el uso de tres saxofones, con una interesante armonía sin olvidarse del lirismo melódico. Usa técnicas extendidas de forma muy natural, sin ser una mera exhibición instrumental acrobática. Ha sido un placer hablar con el compositor sobre la obra, sus influencias… proponer cosas en ambos sentidos e incluirlas. Como músico inquieto, celebro la composición de nueva música para mi instrumento, descubrirla, entenderla, respetarla y tocarla con mimo. Y si es original para Banda y con el rol de solista, la experiencia es más placentera. Las muchas horas de trabajo invertidas hacen que también la sienta como mía. Desde 2009 aporto frecuencias graves con el saxo barítono al sonido de un grupo que desde el primer ensayo he sentido muy cercano y familiar; tocar de solista es dar un paso adelante y espero que se repita mas veces”.
Luis Mª San Martín Urabayen
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