[:es]Concierto 31 de Enero de 2016[:]

[:es] 

Primero de nuestros conciertos de 2016 en el Teatro Gayarre, el domingo 31 de enero, a las 12 horas (4€) con un programa monográfico dedicado a los «Grandes compositores rusos». Está dirigido por J. Vicent Egea con el siguiente programa:

RUSSLAND AND LUDMILLA (Obertura) – MIhail Glinka

KHOVANSCHINA (Danzas persas) – Modest Mussorgski

CAPRICHO ESPAÑOL – N. Rimski-Kórsakov

EL PRÍNCIPE IGOR (Danzas polovsianas) – Alexander Borodin

CAPRICHO ITALIANO – Piotr Chaikovski

Venta de entradas: http://teatrogayarre.com/portal/agendaEvento.aspx?id=1091

Notas al programa:

El primer concierto de La Pamplonesa de 2016 está dedicado a los principales autores rusos que ha dado la historia. Un guiño en forma de “mini ciclo” a los conciertos “Clásicos populares”. Están presentes Glinka, fundador de la música nacionalista rusa. También tres integrantes del Grupo de los cinco configurado por Mussorgski, Rimski-Korsakov, Borodin, Balakirev y César Cui. Por último, Chaikovski, injustamente tratado como “No ruso” por su vinculación con el Conservatorio de San Petersburgo.

Mihail Glinka (1804-1857) se formó en San Petersburgo, Italia y Alemania. Su primera ópera nacionalista, Una vida por el Zar (1836), tiene por tema la invasión de Rusia por los polacos en 1613 y la compuso a través del estudio de cuentos tradicionales y canciones populares. La segunda, Russlan y Ludmilla (1842), también la extrajo de la música folclórica de su país. Su obertura es brillante y enérgica, pero a la vez de gran lirismo. Glinka vivió en España entre 1845 y 1847; de ahí surgieron obras curiosas y recomendables como la Jota aragonesa y Noche de verano en Madrid. Modest Mussorgski (1839-1881) es uno de los autores nacionalistas más originales. Su formación fue autodidacta, a excepción de alguna enseñanza de Rimsky-Korsakov y Balakirev. Entre sus principales obras está la ópera Borís Godunov, los Cuadros de una exposición, Una noche en el monte Pelado y Khovanchina, de la que escucharemos sus Danzas Persas. Rimski-Korsakov (1844-1908) es una de las grandes figuras de la escuela nacionalista rusa y gran maestro en el arte de la orquestación. Nacido en el seno de una familia burguesa aficionada a la música, su educación estaba dirigida a continuar la tradición familiar dedicada a la Marina. No por ello descuidó su formación musical en piano y composición, aunque de manera autodidacta. En 1873 fue nombrado inspector musical de los conjuntos de la flota rusa, además de enseñar composición e instrumentación en el conservatorio de San Petersburgo. Ejerció gran influencia sobre sus discípulos Stravinski y Glazunov y a los compositores futuros a través de su Tratado de orquestación. El Capricho Español (1887) es fruto de uno de sus viajes con la Armada Rusa. Al igual que otros, se sintió atraído por la riqueza de sus ritmos, creando una suite en cinco partes o danzas: 1. Alborada es una página de gran brillantez donde el tutti y el clarinete solista participan de un ambiente festivo de danza. 2. Variación, se inicia con un tema en las trompas, luego replicado por otras familias. 3. Alborada otra vez, pero con diferente instrumentación. 4. Escena y Canto gitano, es un fandango gitano. En él se utiliza la percusión como fondo a los distintos temas. 5. Fandango asturiano, con un carácter bailable y alegre que precede a una Coda en el que de nuevo aparece el tema de la Alborada. Fue estrenado con gran éxito el 31 de octubre de 1887 en San Petersburgo, bajo la dirección del autor.

Alexander Borodin (1833-1887) fue médico y químico de prestigio, además de compositor. A los nueve años ya interpretaba al piano el repertorio de las bandas de los regimientos y a los trece compuso un concierto para flauta. Tras introducirse en el círculo de Balakirev y ser uno más en el Grupo de los cinco, en 1869 comenzó a trabajar en la ópera El príncipe Igor. Aún y todo, quedó inconclusa a su muerte, siendo terminada en 1890 por Rimski-Kórsakov y Glazunov. Sus Danzas guerreras combinan vigor y misterio, como podrán comprobar. La música de Chaikovski (1841-1893) necesita poca presentación. Como se ha dicho al principio, los miembros del Grupo le culparon de ser ecléctico y cosmopolita y de que su música no fuera realmente rusa. El, sin embargo, se declaraba ruso hasta la médula “Yo soy más ruso que nadie”. El Capricho Italiano (1880) es una de sus composiciones sinfónicas más conocidas.

Luis Mª San Martín Urabayen[:]